Descarga el artículo en versión pdf
(Proyecto subvencionado por Gestors d’Informació en Acció-COBDCV)
Las bibliotecas públicas actualmente, a raíz del cambio de paradigma digital, están experimentando un cuestionamiento dirigido directamente a sus cimientos y a la concepción de éstos. ¿Qué es hoy en día una biblioteca pública? ¿Cuáles son sus funciones, sus objetivos, sus obligaciones?
El servicio público es en general permisivo, al carecer de un plan estratégico bibliotecario global y admite, en muchas ocasiones, parapetado tras esta indefinición actual, el inmovilismo.
La realidad es otra. Las bibliotecas públicas, en el ámbito internacional, están experimentando una de sus más grandes e importantes revoluciones. Ese espacio sagrado de conocimiento y de aprendizaje cognitivo ya no está en un contenedor físico, en un edificio. Ese espacio de saber, hoy en día, está en la red, y las bibliotecas públicas han de saber cómo poner en valor su importancia social ante este nuevo marco.
La mayoría de los seres humanos tienen aversión al cambio. Temen perder lo que tienen, temen no estar preparados para lo nuevo. El paso de la ficha en papel y los archivadores al software de catalogación y el catálogo digital no fue más que el primer episodio del cambio que se estaba produciendo. El primer golpe que se le asestó al antiguo sistema bibliotecario.
A partir de ese momento los cimientos del antiguo sistema empezaron a resquebrajarse. Todo esto se inició a finales del siglo pasado. Han pasado más de 20 años desde que todo empezó a cambiar y aún hoy hay profesionales y políticos que piensan que las bibliotecas públicas siguen teniendo las mismas atribuciones que en el siglo XX, intentan utilizar la era digital como si fuese analógica.
Viajar abre la mente. Viajar con el fin de aprender más aún. Viaje de biblioformación. El inmovilismo nos deja secos de ideas, nos perpetúa en una concepción obsoleta de nuestra propia funcionalidad vital. Muchos de nosotros, bibliotecarios, deberíamos preguntarnos qué es para nosotros ser bibliotecarios. Deberíamos preguntarnos cuál es nuestra función social, nuestro papel en la sociedad y por qué y para qué queremos trabajar en una biblioteca. En este caso, en una biblioteca pública. Estas mismas preguntas se las deben hacer las instituciones públicas y los políticos. ¿Qué sistema bibliotecario queremos? ¿Por qué? ¿Para qué?
En Québec, más concretamente en Montréal y su área metropolitana, tienen algunas cosas claras. Hacia el 2015, cuando el gobierno quebequés anunció que abría una partida presupuestaria para la alfabetización digital -ellos la llaman alfabetización numérica- una serie de bibliotecas de dicha zona estaban preparadas para sumarse a la revolución: crear en la biblioteca pública espacios de alfabetización digital. Makerspaces, los llamaron, un nuevo espacio dentro de la biblioteca pública para los y las creadoras y los usuarios del siglo XXI.
¿Qué es un makerspace? Y, ¿por qué en una biblioteca pública?
De la mano de Pascale Félizat-Chartier, directora de la Corporation des Bibliothécaires Professionnels du Québec, y de Ismaël Bellil, Jefe responsable de la organización y dirección del Créalab de la biblioteca pública de Repentigny (Robert-Lussier), estuve visitando las bibliotecas del área metropolitana de Montréal para contestar a estas preguntas.
Mi recorrido fue el siguiente:
- El anteriormente mencionado Créalab de la biblioteca pública Robert-Lussier, en Répentigny. Encargado Ismaël Bellil.
- Biblioteca pública, Georgette-Lepage, en Brossard. Directora: Suzanne Payette. Encargado del Médialab: Maxime Saint-Jacques-Couture.
- Biblioteca de Benny (barrio de Montréal). Coordinador del Fablab: Thomas Poulin.
- Le Square BAnQ (Bibliothèque et Archive National du Québec). Coordinadora del Medialab: Laurence-Marie Robillard.
- Biblioteca pública Multicultural, Pauline-Vanier, en Laval. Encargado del Medialab: Mathieu Tremblay.
Los makerspaces también son llamados Crealab, Fablab o Medialab.
Se puede decir que un Makerspace es un lugar donde en la biblioteca se va a potenciar la alfabetización digital. Se va a facilitar el encuentro entre el usuario y toda una serie de herramientas que el mundo digital pone a nuestra disposición. Pero, la idea última es que, además, se potencia y se instiga la creación.
Hay que dejar claro que estos espacios son lugares de iniciación, lugares donde hay una primera toma de contacto y de experimentación elemental. Por lo tanto, no ocupan el lugar de una formación formal, son el eslabón previo. Un lugar donde perder el miedo a lo tecnológico o donde familiarizarse con él sin miedo a equivocarse.
A lo largo del recorrido por los diferentes makerspaces se pueden identificar varios puntos en común. Por un lado el software y el hardware utilizado: ordenadores de última generación, tabletas, programas de edición musical y audiovisual, de diseño, impresoras 3D, impresoras digitales, impresoras de camisetas, material para grabar audio y video, material para talleres de robótica etc. Suelen ser espacios diáfanos, donde se puede comer, beber, charlar y discutir.
Cuatro de las bibliotecas que visité hacen coincidir el MakerSpace con el espacio ADOS (espacio para adolescentes). En estos casos podemos encontrar también espacios y ordenadores para jugar a videojuegos, ver la televisión o simplemente material mobiliario donde los jóvenes puedan reunirse a charlar de sus cosas sin que alguien esté pendiente de ellos para que estén en silencio.
Todos ellos están supervisados por personal con conocimientos tecnológicos elementales. Muchos de los trabajadores son bibliotecarios reciclados mediante cursos de formación tanto pedagógica como tecnológica, ya que tienen que dar una asistencia técnica a los usuarios.
También es muy importante en los trabajadores de estos espacios su formación y capacidad como dinamizador y gestor cultural.
En todos los makerspaces se potencian los encuentros entre usuarios para que se produzca el intercambio de conocimiento. Por ejemplo, en la biblioteca de Répentigny, este verano, los usuarios iban a grabar un cortometraje conjuntamente y para ello se hizo una convocatoria general. También se realizan talleres que persiguen el mismo objetivo: la utilización de las nuevas tecnologías en el proceso de aprendizaje de los usuarios, es decir, la alfabetización digital (talleres de robótica, de cómo crear tu canal youtube para hacer críticas de libros o cine, de creación audiovisual, de grabación de música, de diseño etc.).
A la pregunta de por qué este tipo de iniciativa debe estar dentro de la biblioteca pública, todos los responsables de los Makerspaces contestan de manera similar:
“Es lo que la sociedad nos está pidiendo dentro de su nueva forma de enfrentarse a su proceso de aprendizaje cognitivo, herramientas digitales de acceso al conocimiento y espacios donde poder acceder a ellas como un servicio público gratuito, a coste cero.”
En Québec el proceso de alfabetización digital de su comunidad no es ya una mera teoría. Uno de los pilares sobre los que se fundamenta el concepto de la nueva biblioteca pública del siglo XXI se ha puesto en marcha. Un concepto donde el saber ya no gira únicamente alrededor del libro físico y las estanterías. Un concepto que gira alrededor de las personas como fuente de saber, el intercambio de información y sus capacidades para acceder a ella digitalmente.
Projecte: “Acostament a les activitats de dinamització i animació lectora en la xarxa de biblioteques infantils juvenils de Montreal (Canadà)” Enmarcat dins de la figura de col·laboració internacional “Gestors d’Informació en Acció” creada i recolçada pel Col·legi Oficial de Bibliotecaris i Documentalistes de la Comunitat Valenciana.
CÀPSULA 6
Autor: Néstor Mir Planells, Bibliotecario encargado de la sala Infantil-Juvenil de la Biblioteca Pública del Estado de València 2009-2018, donde ha puesto en marcha todo tipo de actividades para acercar la biblioteca pública a nuevos usuarios: bebeteca, cuentacuentos en inglés, creación del English Corner, talleres, club de lectura manga, proyecciones de cine, conciertos de jazz, lecturas de teatro, recitales poéticos o creación de una fanzinoteca.
E-mail: nestormirplanells@gmail.com
1 comentari. Leave new
[…] La Biblioteca Pública de Referencia de Toronto no fue más que el primer paso del viaje. En otro artículo que escribí para SIMILE doy una descripción más pormenorizada de lo que me encontré en las bibliotecas del área metropolitana de Montreal, en Quebec. No hay más que leer el título para hacerse una idea de lo que allí me encontré: Makerspaces en la biblioteca del siglo XXI: Una aproximación Quebequense. […]