¿Leen nuestros jóvenes? ¿Qué leen y qué quieren?: la necesidad de conocer a los usuarios/as

(2022/01) Símile núm. 51, Símile 2ª època

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Son muchas las ocasiones en las que cuando nos acercamos a un centro de educación secundaria y preguntamos en el Departamento de Lengua y Literatura Española qué leen los alumnos nos responden: “los jóvenes no leen nada más que las lecturas obligatorias del curso”.

Sin embargo, yo creo que eso no es del todo cierto. El sector de edición de literatura dirigida a público joven en nuestro país es uno de los más rentables del mundo. No nos podemos instalar en el desánimo de que los jóvenes no leen.  Posiblemente los jóvenes lean mucho más ahora que cuando nosotros teníamos su edad. Pero ¿qué consideramos que es NO LEER?  ¿Leer redes sociales, blogs, cómics, revistas, diarios? En muchas ocasiones consideramos que eso es no leer.

Ante la pregunta “¿qué es leer?” de acuerdo con la definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española diremos que leer es: “Pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados.” Pero no podemos quedarnos con ese significado.  Teresa Colomer habla de este verbo como “un conjunto de conocimientos y modos ineludibles para comprender las obras literarias y disfrutar de ellas tras un análisis que se traducen en diferentes destrezas relacionadas con el hábito lector, la capacidad de disfrute de la lectura y el acercamiento e inclusión en el mundo que ofrece la obra literaria”. Por eso. hoy no nos podemos ceñir al libro. Los adolescentes acceden a la lectura a través de la prensa, el cómic, la música, el cine, los diferentes audiovisuales, y todo tipo de pantallas.  Por todo ello, un lector no es aquel que solamente lee libros. Debemos darnos cuenta en qué momento vivimos y que estamos dentro de una época dónde la llegada de información a través de internet es continua.

En internet es muy fácil encontrar nuevos soportes donde leer como son los foros, los portales de noticias, los blogs. Por eso surge otra pregunta ¿se puede considerar lectura a esto?  Yo creo que sí.  Lo que ocurre seguramente es que leen lo que nosotros no entendemos como lectura, es decir, que tenemos que modificar nuestro pensamiento. Nosotros somos bibliotecarios/as y no podemos censurar su elección ni tampoco cuestionar sus gustos. Nuestro objetivo es atraer, a los jóvenes que se nos escapan, hacia la biblioteca con el fin de atraerlos hacia la lectura. También sabemos que a estas edades la elección de lecturas es absolutamente autónoma, y si no ha habido una buena educación lectora puede ocurrir que sus elecciones no sean las más acertadas, ya que la educación lectora debería comenzar antes de nacer. Por ello lo que tenemos que hacer es conocer lo que los jóvenes demandan para podérselo ofrecer, y de esa manera podremos reconducirlos a que sepan que hay otro tipo de literatura que quizá no conozcan y por eso no la consuman.

Jóvenes leyendo en el patio

Nuestros jóvenes de hoy leen “pantallas”, siguen a influencers, leen los blogs de aquellos con los que comparten aficiones. Por lo tanto, los jóvenes SÍ leen, aunque no lean lo que nosotros entendemos como lectura tradicional. Debemos encontrar el equilibro entre sus lecturas y las nuestras, y aprovechar sus gustos para poder ofrecer lo que buscan, y en cierto modo atraerlos al mundo de la literatura tradicional y de calidad.

Los profesionales tenemos que mostrarles que en la biblioteca van a encontrar las lecturas que les lleven a vivir aventuras, realidades, amores… lecturas en definitiva en las que se vean identificados de la misma manera que lo hacen cuando leen una pantalla.

En un estudio hecho por Full, se puede comprobar cómo los jóvenes leen mayoritariamente libros en tiempo de ocio, revistas, diarios, cómics y prácticamente los jóvenes valencianos superan los niveles de la media nacional.  En ese mismo estudio comprobamos que a partir de los 15 años se observa un descenso de interés por los libros y aumenta el peso de lectura de webs, blogs, y redes sociales.  Es también en estas edades cuando comienzan a rechazar lo que tradicionalmente se conoce como lectura infantil y juvenil y se van acercando a la lectura de adultos. Por ello podríamos encuadrar a estos lectores en lo que hoy se considera “joven adulto”.

La lectura de los niños/as sigue un patrón que tiene que ver con su aprendizaje: se observa un aumento hasta los 9/11 años que después empieza a descender.   Esto coincide con la etapa de secundaria en la que aparecen obligaciones escolares más exigentes, volviendo a reaparecer como ocio cuando acaba la escolarización.

La preferencia entre las pantallas se decanta por aquello que ofrece más participación: videojuegos, móviles, internet, televisión, aunque los jóvenes ven menos televisión que los adultos. Toda forma escrita de distracción como diarios, revistas, suman interés, aunque en ocasiones se considera que eso NO ES LEER. Se observa que entre los libros ganan espacio los cómics y otras formas de textos relacionadas como las novelas gráficas atraídos por sus imágenes sin olvidar los álbumes ilustrados.

La lectura se puede enmarcar dentro de un aspecto menos social, ya que es autónoma y si no se comparte podríamos incluso decir que te aísla del mundo, por ello es tan importante la necesidad de crear espacios donde poder comunicarse. Los adolescentes necesitan sentirse parte de un grupo, hacer lo que hacen otros y a la vez compartir lo que ellos hacen. Compartir lecturas también les gusta.  Para ello podemos contar con los Clubs de lectura que nos van a permitir que sus integrantes se sientan atraídos por la lectura si sabemos atraparlos con actividades que les seduzcan.    Los clubs de lectura son el método más efectivo para animar a leer porque a través de ellos podemos descubrirles que hay un mundo cultural a su alrededor, presentarles autores locales, proponer charlas y debates en torno a un libro, una serie, un canal de Youtube o un juego y todo ello compartirlo y vivirlo junto a sus iguales.

Creo que en ocasiones los jóvenes no leen porque no sabemos lo que les gusta y no les ofrecemos lo que les interesa. Tenemos que volver a la pregunta del principio ¿Qué leen los jóvenes? ¿Verdaderamente lo sabemos? Nosotros necesitamos conocer lo que les gusta para poder hacer lecturas a medida.

Hay lecturas que han pertenecido a una generación como fue la de Enid Blyton (las aventuras de los cinco), Richmal Crompton (las aventuras de Guillermo Brown o Guillermo el travieso) o Julio Verne. El contenido de estas obras atraía en su momento la atención de los jóvenes: aventuras en pandillas o las del rebelde Guillermo Brown, así como las historias científicas y de ciencia ficción que contaba Julio Verne.  En la actualidad las podemos comparar con Manolito Gafotas, la serie del detective Flannagan, o todas las adaptaciones de clásicos hechas por Disney.

Se observa una atracción hacia las novelas distópicas, con títulos como El legado del Bardo de Ana Calatayud, Juego de tronos de George R. Martin o After de Anna Todd, etc. que son las que les hacen entrar en un mundo fantástico, y que no olvidemos, nos ofrecerán la posibilidad de montar decenas de actividades dentro de la biblioteca con las que seguramente llenaríamos el lugar.

En la biblioteca tenemos la obligación de ofrecer los medios necesarios para que puedan acceder al tipo de lectura que ellos prefieran: libros (¿qué autores, qué temas?), facilitar el acceso a las nuevas tecnologías, que puedan leer redes sociales, blogs que les interesen, incluso que puedan visualizar a los youtubers, booktubers de los que son seguidores.

Lo que nuestras bibliotecas necesitan es que se llenen de usuarios y usuarias, y en nuestro caso de usuarios jóvenes y para ello tenemos que convertirlas en un servicio muy atractivo.

Los adolescentes necesitan sentirse parte de un grupo, hacer lo que hacen otros y a la vez compartir lo que ellos hacen. Por lo tanto, si necesitan COMPARTIR con mayúsculas su tiempo, gustos y aficiones, las bibliotecas deben transfigurarse en un espacio abierto, NO silencioso, donde ellos se encuentren a gusto, un lugar donde puedan HABLAR, sentarse ante un periódico y comentar una noticia, pasear por los pasillos, sacar libros de las estanterías y hablar sobre ellos. En definitiva, convertir la biblioteca en un espacio DINÁMICO, el lugar que eligen para pasar un rato. ¡Por algo defendemos que somos “Biblioteques inquietes”! Los jóvenes del siglo XXI reclaman que las bibliotecas del siglo XXI sean bibliotecas emprendedoras, vivas, un espacio que los recibe con los brazos abiertos, una sonrisa, el lugar al que van porque lo sienten suyo.

Posiblemente tengamos que poner nuestra imaginación a funcionar y montar actividades que los atraigan, para ello tendremos quizás que trabajar con otros departamentos del ayuntamiento como puede ser la concejalía de juventud, pero también cualquier otro departamento que tenga relación de cualquier manera con este grupo de usuarios/as tan especial.

Necesitamos de los conocimientos literarios, que hoy en día es mucho más que conocer escritores y títulos de libros, y también conocimiento de los espacios literarios que escapan de lo que entendemos como literatura tradicional.

Las bibliotecas han de ser lugares donde hacer del rap literatura, o mejor dicho aprovechar la literatura para hacer rap. Música y lectura, ¡qué buena mezcla para encontrarla en la biblioteca! Aprovechar la efeméride de un músico del lugar para montar un concierto y hablar sobre él mostrando los libros que hay.  Toda imaginación es poca para llenar la biblioteca de sonidos, voces, ruidos, alegría y conseguir que los jóvenes amen la lectura y saber que saben que sienten la biblioteca como parte de ellos, y por eso cuentan con ella porque allí encuentran lo que buscan.

Y sobre todo, tratarlos como lo que son: lectores

Autora:

Virtudes Valdés Menor, trabaja como Técnico Auxiliar en las Bibliotecas Públicas de Villena, desde 1999. Interesada por promulgar la necesidad de lectura en la sociedad ha hecho que realice varios cursos relacionados con la animación lectora. Ha sido la encargada durante años de las sesiones de formación de usuarios que realiza anualmente la biblioteca para todos los escolares de la ciudad, así como otros tipos de actividades infantiles dirigidas a bebés principalmente. Preocupada por conocer los gustos lectores de los más jóvenes, le ha hecho indagar sobre sus gustos y así descubrir qué quieren leer nuestros jóvenes adultos.

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8 comentaris. Leave new

  • Patricia Alvarez
    06/07/2023 8:22 pm

    Excelente visión ! Las estructuras educacionales y nuestra propia visión de ellas debe adaptarse a las nuevas generaciones para atraerlas en lugar de alejarlas con normas que pertenecen a otros tiempos .
    Es muy grato saber que hay personas como ella a cargo de una biblioteca , alguien que platea un punto de vista Respetuoso para lo que otros nos conformamos con quejarnos del cambio generacional, alguien que se preocupa y ocupa del acercamiento generacional.

  • Revista Símile
    19/07/2023 9:22 am

    Patricia muchas gracias por tu comentario, te animamos a seguir leyendo la Revista Símile del COBDCV.

    Saludos

  • Virtudes Valdés
    19/07/2023 1:38 pm

    Muchas gracias Patricia Álvarez por tu obsevación, las bibliotecas del siglo XXI deben estar abiertas a toda la ciudadanía, y nuestros jóvenes vendrán si somos capaces de poner a su disposición lo que buscan. Esta semana me dijo una joven “¿ Pero todavía va gente a la biblioteca?” Cuando le conté todo lo que puede encontrar en ella, me dijo “tendré que ir de nuevo”. Tenemos que ser dinámicas, divertidas y actualizadas, solo así las llenaremos de jóvenes.
    Un saludo.

  • De acuerdo con la definición que ha citado, ¿de qué obra de Teresa Colomer se trata y en qué página se encuentra exactamente?

    ¡Gracias!

  • Naroa Pérez
    20/03/2024 10:03 am

    De acuerdo con la definición que ha citado, ¿de qué obra de Teresa Colomer se trata y en qué página se encuentra exactamente?

  • Virtudes Valdés
    27/03/2024 12:45 pm

    Naroa Pérez se trata de un artículo que apareció publicado en la Revista Signo en 1997, el apartado 3″ La enseñanza de la comprensión lectora”.
    También aparece en el libro de “Enseñar a leer, enseñar a comprender” de las autoras Teresa Colomer y Anna Camps.
    El capítulo II, titulado Qué es leer.

  • Virtudes Valdés
    27/03/2024 12:51 pm

    Naroa Pérez, se trata del artículo aparecido en la Revista Signo en 1997 ” La enseñanza y aprendizaje de la comprensión lectora” por Teresa Colomer. En el apartado 3 .
    También puedes encontrar información el libro “Enseñar a leer, enseñar a comprender” de las autoras Teresa Colomer y Anna Camps.
    El capítulo Ii, titulado Qué es leer, 1

    libro de “Enseñar a leer, enseñar a comprender” de las autoras Teresa Colomer y Anna Camps.
    El capítulo Ii, titulado Qué es leer, 1

  • Naroa Pérez
    06/04/2024 5:40 pm

    De acuerdo. ¡Muchísimas gracias!

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