Lectura i pensament lliure: 1ª jornada inclusiva

(2019/09) Símile núm. 43, Símile 2ª època

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El 21 de octubre, organizadas por la Biblioteca Pública de Valencia “Pilar Faus”, de la mano de Romà Seguí y L’Escola de Pensament Lliure de Valencia, se llevó a cabo uno de esos encuentros que te hacen repensar tu biblioteca: la 1º jornada inclusiva “Lectura i Pensament lliure”. Y remarco lo de primera, porque espero, de veras, que no sea la única.

Escola de Pensament LliureTodos somos conscientes de la necesidad que hay de abrir espacios para aquella gente con discapacidad intelectual a la que la sociedad, en general, aísla por las diferencias, que quizás no sean tal, sino simplemente, otras maneras de vivir que muchas veces la comunidad no comprende. Y también somos conscientes de que las bibliotecas pueden ser uno de los lugares más adecuados para acoger las necesidades de cultura, formación y ocio de este colectivo. Todos somos conscientes. Pero L’Escola de Pensament Lliure lo sabe, y no solo lo sabe, sino que actúa.

Y en definitiva, eso fueron estas jornadas: la comprobación de que las bibliotecas podemos actuar para ayudar a ofrecer lugares de encuentro y socialización a este colectivo, y certificar que teníamos mucho trabajo por hacer y también mucho por ofrecer a esta gente que tanto nos puede ayudar a repensar nuestro día a día.

La Escuela de Pensamiento Libre es un proyecto de cooperación entre Plena Inclusión Comunidad Valenciana y la Asociación Filosofía para Niños Comunidad Valenciana. Se trata, principalmente, de un proyecto de empoderamiento y autodeterminación de las personas con discapacidad intelectual que se sustenta en una visión dinámica, funcional, interdependiente y positiva de la discapacidad. Un espacio educativo alternativo donde se enseña a pensar en y con libertad, y cuyos maestros y maestras también son personas con discapacidad intelectual.

Podríamos pensar que la Escuela de Pensamiento Libre es un lugar donde se imparten los contenidos al modo tradicional, con todo lo que implica la imagen que tenemos de “escuela”, con sus calificaciones y valoraciones, o quizás unos talleres de conductas o habilidades sociales donde rehabilitarse. No. La Escuela de Pensamiento Libre no es un lugar para reconducir las ideas o conductas de nadie, ni tampoco donde se sobreprotege a a quien allí acude. Simplemente (o tan complejo como eso), es un lugar de conocimiento donde la base de la metodología es el diálogo y donde se trata de conseguir que los alumnos y alumnas tengan la experiencia de descubrir en qué consiste vivir en un contexto de mutuo respeto y de indagación cooperativa. Un espacio educativo alternativo donde se enseña a pensar con libertad y cuyos maestros y maestras son también personas con discapacidad intelectual.

¿No podríamos definir también nuestras bibliotecas como “un espacio educativo alternativo donde enseñar a pensar en libertad”? ¿No es cierto, entonces, que tenemos muchos puntos en común con esta escuela y que podemos crear muchas cosas y muchos mundos para abrir espacios a la gente con Discapacidad Intelectual?

Pues eso fue lo que sucedió en esta I Jornada inclusiva “Lectura i Pensament Lliure”, mostrarnos que las bibliotecas han de estar continuamente alertas a las necesidades de los colectivos de la comunidad, y la discapacidad intelectual, uno de los aspectos a tratar con las herramientas que ya tenemos.

La Escuela de Pensamiento Libre sigue un método conocido como método Lipman, una metodología inclusiva, participativa y democrática basada en el diálogo que pretende ejercitar el pensamiento crítico, las emociones y los valores de los participantes del diálogo sobre temas variados: filosofía, ética, arte, ciencia, etc. que interesan vitalmente a los participantes y que ayudan a construir el mundo interior de creencias, valores, principios y de sabiduría personal para la vida plena.

Su dinámica es la siguiente:

  • Dinámica de bienvenida, creando grupo.
  • Aprender a pensar: con el objetivo de estimular las habilidades cognitivas, se hacen preguntas, se escucha, y dialoga con el fin de desarrollar nuestras capacidades cognitivas.
  • Aprender a sentir: con el objetivo de estimular las habilidades emocionales, se conoce el mundo de las emociones, se autogestionan, se practican técnicas de equilibrio y bienestar emocional y se desarrolla la empatía y la asertividad.
  • Educación ética, con el objetivo de educar en valores, se reconoce la dimensión moral de todo ser humano y nuestros valores como persona, se trabaja sobre dilemas morales, se conoce la Declaración Universal de los Derechos Humanos y nuestra propia Constitución y se dialoga sobre temas sociales de interés general.
  • Dinámica de cierre.

Y tal cual fue como se trabajó en estas jornadas. Siguiendo el formato, se configuraron varios grupos de entre 8 y 10 participantes , todos ellos compuestos por un bibliotecario/a, una persona del mundo de las artes (grafitero, pintor, escultor…), un profesional de algún arte o ciencia (arquitecto, bailarina, enfermera), un educador de la escuela de libre pensamiento que estaba al cargo de los chicos y chicas participantes y los propios chicas y chicas, todos ellos con discapacidad intelectual.

La dinámica fue organizada por los propios chicos. Así fueron ellos los encargados en cada grupo de la presentación general y el reparto de textos que darían pie al primer diálogo. Se trataron dos fragmentos distintos en los grupos sobre Frankenstein y sobre Dr. Jekill y Mr. Hyde. En torno a estas figuras se planteaban dilemas con calado moral y social: “¿Frankestein de veras era un monstruo o realmente su creador era el monstruo? ¿Por qué crees que Frankenstein terminó matando a la niña si la quería tanto? ¿Conoces a gente con esa doble personalidad como en el caso del Dr. Jekill? ¿Podríamos comparar estos sucesos con la hipocresía actual?”

A través de estas preguntas se generó un diálogo muy productivo que nos llevó a hablar de los últimos experimentos médicos, de la segunda guerra mundial donde los alemanes experimentaban con los judíos, etc. Y con ello se cerró el primer punto “Aprender a pensar”.

Taller de pinturaPero llegaba la parte más divertida y creativa: se nos ofreció un panel enorme con pinturas donde poder grafitear el sentimiento que nos había generado aquella lectura y su debate. Guiados por la ayuda del especialista de cada grupo (grafiteros, artistas…), dibujamos un panel en el que, en general, quedaron plasmados colores chillones y rabiosos que interpretaban muy bien las emociones causadas por las lecturas leídas y comentadas antes de pintar.

Taller de danzaY quedaba la parte más emocionante: la danza. Danza inclusiva, donde personas con discapacidad intelectual junto a un grupo de danzantes profesionales habían preparado un baile todos juntos: danza contemporánea donde los profesionales manejaban a los chavales que tenían problemas con el ritmo y la expresividad, acogiéndolos, llevándolos, acoplándose a los movimientos, como metáfora de que todos, si nos concentramos y aunamos nuestras fuerzas y cuerpos podemos llegar a realizar un proyecto común de vida social.

Una verdadera demostración de que los bibliotecarios y bibliotecarias tenemos mucho trabajo que hacer en este campo, porque, principalmente y como primer paso, tenemos ya los espacios y las herramientas (lecturas básicamente) para poder crear grupos con dinámicas parecidas mostrando las bibliotecas como lugares abiertos, de encuentro y relación, en los que poder dialogar y expresarse, y sobre todo, poder sentirse autónomos, seguros, confiados y que forman parte, de veras, de una comunidad que los acoge.

Sin duda, una nueva visión de las bibliotecas de este siglo XXI muy productiva, sobre todo, porque nos abrió los ojos hacia nuevas funciones de nuestros centros que hemos de conocer y afrontar.


Autora: Ana Valdés Menor

Ana Valdés MenorTécnico Medio de las Bibliotecas Públicas Municipales de Villena, encargada de las actividades de animación de las bibliotecas, especialmente las dirigidas a los bebés. Colabora con bibliotecas escolares, especialmente con la del CFPA “Arco Iris” de Villena. Co-directora del programa de radio “La música que esconden los libros” en MQR Villena. Miembro de la Comisión de la Biblioteca como Agente Social del COBDCV. Vocalista de Publicaciones y Comunicación del COBDCV.

E-mail: anamos68@gmail.com

 

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