BIBLIOTECARIOS ESCOLARES: La fuerza de la Educación Documental

(2021/01) Símile núm. 47, Símile 2ª època

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Resumen

La sociedad está expuesta a todo tipo de información en diferentes soportes y formatos, pero podemos no ser capaces de saber si esa información es real y veraz si, desde nuestra etapa educativa, no se nos ha formado ni se nos han proporcionado los recursos necesarios para ejercer nuestra búsqueda de la verdad y poder tener un pensamiento crítico. Aquí es donde entra en juego la biblioteca escolar y el bibliotecario escolar. Desde el Grupo de Trabajo de Bibliotecas Escolares, formado por miembros del Col•legi Oficial de Bibliotecaris i Documentalistes de la Comunitat Valenciana, se quiere promover la creación de estas bibliotecas y la figura del bibliotecario escolar en cada colegio e instituto, porque es necesario para el desarrollo y el aprendizaje de toda la comunidad educativa.

Un impulso para la Biblioteca Escolar

Creo muchísimo en el poder de la información, así que he decidido pasar la vida dedicándome a decir lo importante que es el acceso a la información y asegurarnos que tengamos libertad de expresión y que todo el mundo pueda acceder a ella.

Eric Schmidt

 

En esta sociedad de la información actual en la que nos encontramos hay mucha información creada por distintos tipos de personas especializadas o no en una materia determinada y, además, la información está expuesta en diferentes tipos de soportes y formatos. Toda esa información, cuando somos estudiantes, necesitamos poder seleccionarla adecuadamente y esto nos suscita a tener una reacción lógica, ¿cómo sabemos que esa información es real y veraz?

Los alumnos han de aprender a buscar todo tipo de información en todo tipo de soportes, y, es más, al acabar la etapa educativa de secundaria deberían saber y estar formados para poder buscar, de forma autónoma la información que les es necesaria para realizar cualquier trabajo de investigación o académico, y saber diferenciar la información veraz y real de la errónea y falsa, ser capaces de cuestionarlo todo. Esto se puede conseguir desde las primeras etapas educativas. Teóricamente es algo lógico ¿verdad? pero la realidad es muy diferente.

Para que el alumno pueda llegar a saber la información que le es necesaria para su trabajo de investigación y a saber identificarla como real y veraz, ha de tener los recursos necesarios en el ámbito escolar. Como bien dice la definición de IFLA/UNESCO School Library Manifesto 1999 (1):

La biblioteca escolar ofrece servicios de aprendizaje, libros y otros recursos, a todos los miembros de la comunidad escolar para que desarrollen el pensamiento crítico y utilicen de manera eficaz la información en cualquier soporte y formato.

De aquí se puede deducir que todo el alumnado debería tener acceso a unos servicios y recursos ofrecidos por la biblioteca escolar.

Y, si vamos un poco más allá en la misión de la biblioteca escolar de IFLA/UNESCO School Library Manifiesto 1999, se puede encontrar el siguiente apartado muy importante para complementar la biblioteca escolar:

El personal de la biblioteca ayuda a utilizar los libros y otros recursos de información, tanto los de imaginación como las de conocimiento, tanto impresos como electrónicos y tanto de acceso directo como de acceso remoto. Estos materiales complementan y enriquecen los libros de texto, los materiales docentes y los métodos pedagógicos.

Aquí ya se puede encontrar la figura del bibliotecario escolar tan importante en la comunidad educativa hoy en día. La figura del bibliotecario escolar se crea para que tanto el alumnado como el personal docente puedan ser ayudados y orientados en su trabajo de búsqueda de información y esto no solo se lleva a cabo contando con una biblioteca escolar dotada con fondos bibliográficos y material necesario. Para ello es fundamental que el centro disponga de un profesional, una persona especializada, una persona dedicada a ese fin, es decir, un bibliotecario escolar.

El sistema educativo debe contribuir a crear lectores competentes, reflexivos y críticos, y, es aquí donde la biblioteca escolar tiene un papel fundamental.

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Actualmente, muy pocos centros cuentan con una biblioteca escolar entendiendo como tal, un espacio dedicado exclusivamente a ello, dotado de recursos y con un espacio para la lectura, el préstamo y la consulta de los fondos. La realidad es que, en muchos casos, suele ser un espacio habilitado como aula que se utiliza para diferentes usos, según necesidades, y en el que todo vale. Además, no hay una persona que se dedique a la biblioteca a jornada completa, sino que depende de las horas no lectivas (guardias) que le pueda dedicar un docente, o varios, pero sin ningún objetivo común para el perfecto desarrollo. ¿Y, por qué ocurre esto? pues porque hay un desconocimiento total tanto por parte de la Conselleria de Educación como por parte de los centros educativos y los docentes que desconocen qué es una biblioteca escolar y los usos pedagógicos que tiene.

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Una biblioteca escolar no es un “almacén” de libros obsoletos y colocados sin orden y sin lógica. Una biblioteca escolar es un lugar necesario para el centro y de apoyo en las aulas. Es un espacio de acceso a los usuarios tanto profesorado como alumnado, para el uso del material, de difusión de la información y de comunicación, en resumen, es un punto de encuentro dentro del centro docente. Sirve para apoyar y facilitar los objetivos del Proyecto Educativo del Centro, de apoyo a las Programaciones Didácticas y de base para el Plan de Fomento de la Lectura (2). También, teniendo biblioteca escolar se consigue que no exista una brecha digital, ya que todos los alumnos no disponen en casa de ordenador y red para poder conectarse.

Y, por otro lado, se encuentra el personal encargado de dichas bibliotecas escolares, es decir, el personal bibliotecario. El profesorado por mucho que lo intente y tenga motivación no es el personal adecuado ni cualificado ni está dotado para estar al frente de la biblioteca escolar, por distintos motivos: falta de horas de dedicación completas, no conoce todos los recursos necesarios en el día a día de una biblioteca y su falta de profesionalidad. Con esto, el bibliotecario escolar no pretende apartar o quitar a los profesores, sino que pretende colaborar con el profesorado en el proceso de facilitar la información.

Por todo ello, hace falta la figura del bibliotecario escolar en los centros educativos. Siempre se ha relacionado al bibliotecario escolar como el encargado de organizar los fondos documentales y promocionar la lectura como fuente de entretenimiento, pero la definición de las tareas del bibliotecario escolar van mucho más allá: sabe analizar las necesidades del alumnado del centro de una forma proactiva, además de recoger y tratar la documentación necesaria en la biblioteca; realizar el expurgo de la manera más adecuada; distribuir los espacios necesarios para la distribución más lógica de la biblioteca; hacerse cargo de los recursos económicos para la adquisición de materiales, ya que actualmente, la adquisición de libros y recursos se lleva a cabo mediante lotes bibliográficos preparados por las editoriales; y, por último, pero no menos importante, facilitar la difusión de la información y enseñar a la comunidad educativa a hacer uso de las fuentes de información (Alfabetización Informacional).

En la Comunidad Valenciana, por fortuna y suerte, algunos centros ya cuentan con un bibliotecario escolar. Aunque no hay datos reales de cuántos centros disponen de este profesional entre su personal. En la mayoría de los casos esta contratación se lleva a cabo a través de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del centro o mediante empresas externas dedicadas a actividades extraescolares, pero hace falta algún organismo que lo regule, gestione y lo promueva de manera legal para que este profesional a cargo de la biblioteca sea un empleado/funcionario más del centro como el resto de la plantilla.

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Por todo ello, como apoyo al bibliotecario escolar, desde el Col·legi Oficial de Bibliotecaris i Documentalistes la Comunitat Valenciana (COBDCV) hay una firme apuesta y compromiso por la biblioteca escolar y los profesionales al frente de ella. Por este motivo, se decidió crear hace unos años el “Grupo de Trabajo de Bibliotecas Escolares”(GTBE), que cuenta con la colaboración de bibliotecarios profesionales y docentes y en el que se trabaja en conseguir una biblioteca escolar digna, como corresponde, en todo centro educativo con su profesional al cargo y para que tanto por parte de Conselleria como por parte de los organismos pertinentes se genere un marco normativo o legislativo que pueda facilitar el conseguirlo sin olvidar el solicitar que se continúe y se incrementen las ayudas para el Plan de Dinamización Lectora.

Desde el COBDCV y, en especial, el GTBE, queremos que nuestro entusiasmo por poner en marcha las bibliotecas escolares y defender la figura del bibliotecario escolar se contagie a los directivos de los centros educativos, ya que ellos son nuestros mejores aliados y juntos poder gritar más fuerte:

“¡No solo de docentes y alumnado vive una escuela!
La Biblioteca es un sitio donde aprender a soñar.”

Notas:

(1) Manifiesto de la biblioteca escolar de la IFLA/UNESCO 1999. [En línea] [Fecha de consulta: 8 de noviembre 2020]. Disponible en: https://www.ifla.org/publications/iflaunesco-school-library-manifesto-1999

(2) Plan de Fomento de la Lectura 2017-2020. [En línea] [Fecha de consulta: 8 de no-viembre 2020]. Disponible en: https://fomentodelalectura.culturaydeporte.gob.es/inicio.html

 



Autoras:

Sara Ortega Sáez. Diplomada en Documentación, con experiencia como bibliotecaria escolar durante 10 años en un centro educativo público y ponente del CEFIRE en Bibliotecas Escolares en centros educativos. Así mismo, miembro del GTBE dento del COBDCV Actualmente, ejerce de docente en un Instituto de Educación Secundaria como Profesora Técnico de Procesos de Gestión Administrativa y encargada de llevar la biblioteca del centro.

E-mail: ortega_sarsae@gva.es / tlf: 607425084

 

arantxaArantxa Meseguer Lledó. Diplomada en Biblioteconomía y Documentación por la Universitat de València. Ha realizado diversos cursos en materia de Bibliotecas Escolares además de otros específicos para su organización y gestión. Miembro activo del Grupo de Trabajo de Bibliotecas Escolares del COBDCV y miembro de la Comisión Técnica de Legislación del COBDCV.

E-mail: arantxa.meseguer@gmail.com / tlf: 616078230

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